29 de junio de 2008

Verde que te quiero verde

Sábado 28 de Junio, un arcoiris en todo su esplendor enmedio de una mañana lluviosa... antesala de lo que sería una muy buena rodada en bici de montaña. En esta ocasión, dejaré que las imágenes hablen por sí solas...



































































Finalmente, la altimetría. Una excepcional rodada gracias al clima lluvioso de la temporada. Así fué...


27 de junio de 2008

Sentimientos encontrados

Una noche oscura pero tranquila, el viento fresco, la iluminación de la ciudad como fondo brillante, la incesante serenata a cargo de los grillos, el terreno exigente para el manejo de la bicicleta de montaña, cual debe ser... una breve pero muy concisa rodada la de anoche en Bugambilias junto con Samir, Arturo y Juan Pablo. Ah, qué buena manera de terminar el día. Peeero... no puedo evitar un sentimiento entre nostálgico y de coraje: cada vez avanzan más los trabajos de pavimentación y construcción de casas y fraccionamientos en el Bosque de La Primavera. Caray... recuerdo que en el incendio del 2005 comentaba que, desde mi punto de vista, el Bosque estaba sentenciado a muerte y estimaba un plazo no mayor a 25 años para su desaparición. Luego pensé que tal vez el comentario era visceral y que estaba yo exagerando. De entonces a la fecha los incendios siguen sucediendo (¿accidentes?) y los fraccionamientos habitacionales se multiplican como sucursales de Starsucks. Pensándolo bien, no creo haber exagerado. Así como en su momento se habló del "Valle de Atemajac", así se hablará en el futuro de "el Bosque de La Primavera". Un bello lugar natural ahora convertido en "civilización humana".

Pero bueno, ése soy yo, alguien que gusta de salir a rodar "alejado del bullicio y de la falsa sociedad" como dijera el buen José Alfredo. Habrá quienes gusten de tener su buena casa a un lado del "bosque" (aunque a final de cuentas se termine rodeado de casas y calles pavimentadas) y echarse en su sillón favorito a ver la TV en una pantalla plana de "n" pulgadas sintonizando el canal de National Geographic ó Discovery Channel para ver cómo el crecimiento de la mancha urbana afecta de manera irreversible el medio ambiente a su alrededor... en el mejor de los casos, claro, ya que definitivamente es más entretenido ver "Latin American Idol" ó "Friends" ó ya de plano "Ventaneando" que lo que ocurre con la naturaleza. Bah ¿éso que tiene que ver conmigo? El partido México vs Belize ¡eso sí es emocionante!

Para terminar con este post, ayer conversé breve con un compañero quien por mala fortuna tendrá que regresar de USA sin chamba ya que el proyecto al cual fué a participar se canceló. Y me comentaba "lo que hace falta es una guerra mundial para reducir la población humana". Siempre ha tenido ideas "peculiares" en su cabeza. Pero, pensándolo 2 veces, quizá no sea una idea tan descabellada...

"Every mammal on this planet instinctively develops a natural equilibrium with the surrounding environment but you humans do not. You move to an area and you multiply until every natural resource is consumed. The only way you can survive is to spread to another area. There is another organism on this planet that follows the same pattern. Do you know what it is? A virus. Human beings are a disease, a cancer of this planet."
Agent Smith to Morpheus, Matrix, 1999.

20 de junio de 2008

Bike Marathon El Chico

Sábado 14 de Junio, 9:55. Después de las prisas para preparar la bici y prepararme yo, estoy en la línea de salida. Somos un buen de participantes amontonados y ansiosos por arrancar. Tengo mis dudas sobre si será una buena arrancada, estoy hasta el extremo izquierdo... no importa, coloqué bien mi bici a la salida, y además esto es solo el comienzo. 5, 4, 3, 2, 1... ¡arrancan! Salida tipo Le Mans, o sea, hay que correr hasta donde está la bicicleta (unos 60-70 metros) y luego comenzar a pedalear. Hasta eso, una salida muy ordenada, sin atropellamientos ni empujones. De cualquier manera la adrenalina ya fluye, esquivo a un ciclista, tomo mi corcel y ¡fuga! Damos una vuelta más en bicicleta alrededor de la zona de meta, María me anima con las porras lo cual es un buen aliciente mientras continúo pedaleando y tratando de agarrar ritmo, lo cual es difícil, siempre las arrancadas elevan las pulsaciones irremediablemente. Desviación a la carretera, la cual cubrieron con tierra para evitar resbalones, el terreno muy húmedo debido a la lluvia del día anterior, por ahora el clima fresco a unos 13 grados. Vuelta en "U" hacia un ascenso en terracería, veo pasar a Lorenza Morfín y a Nina Von Ostman, qué bien pedalean estas chavas. No tardamos mucho en entrar al famoso singletrack y me pregunto "¿qué tan técnico será?". Por lo pronto recuerdo bien las palabras de Ziranda al arranque, "tengan cuidado con las raíces, son muy resbalosas". Y vaya que sí hay que tener cuidado, no sólo las raíces, en general todo el terreno es resbaloso. Con todo, me armo de valor y suelto los frenos... bueno, al menos eso me repito una y otra vez pero lo cierto es que vengo nervioso, tan así que en una de esas casi me voy hacia el declive, pero alcanzo a bajar la pierna y controlo la pérdida de equilibrio. ¡Uf! Rápido, móntate en la bici y sigue descendiendo; aunque vengo con el nervio crispado por otro lado vengo disfrutando el manejo técnico y el hermoso singletrack que parece no tener fin, entre miles de pinos y el aroma a bosque húmedo... ¡ésto es bici de montaña! No es el singletrack más técnico en el cual he estado pero tiene la suficiente cantidad de piedras, raíces, escalones, vueltas rápidas y demás los cuales exigen una buena habilidad al manubrio. Y definitivamente no es lo mismo rodar en paseo con los cuates que con la presión de una competencia. Vamos, vamos, hay que bajar rápido... de pronto siento que algo no anda bien con el asiento. ¡Joder! Olvidé apretarlo bien. No, no va a aguantar así... ni modo, tengo que detenerme. Trato de apretarlo lo más rápido posible pero pasa el tiempo suficiente para que me alcancen varios corredores, caray, qué mala suerte, apenas que venía en buena posición y sin la presión de gente atrás. Ahora tengo que reincorporarme a una fila india, adelante de mí un corredor con licras de los Pumas de la UNAM que viene descendiendo con más nervio que yo, frenando a los que venimos atrás. No hay forma de rebasar así que hay que tener paciencia. Algunos pasos de raíces y tierra suelta, hay que desmontarse y caminar, volver a la bici y seguir pedaleando. Y el singletrack sigue... ¿cuándo acabará? Quisiera sacudirme la presión de los de atrás pero no puedo rebasar... ah, por fin, camino ancho empedrado que vá hasta Mineral El Chico... ¡bajan! Por fortuna está seco y no hay peligro de resbalones... bueno, digamos que no hay "tanto" peligro. Al final del camino, a subir por unos escalones. La bici al hombro y las piernas que resienten el esfuerzo. Atravesamos unas calles y luego a subir por un singletrack. Complicado, ya que hay que desmontarse continuamente, y el terreno está muy resbaloso, hay que fijarse muy bien por dónde pisar. Llegamos entonces a la subida en camino ancho, pensé que iba a estar mucho más empinada pero no lo es tanto, así que aprovecho para, ahora sí, estabilizar mi ritmo. De vez en cuando volteo a lo lejos y me doy cuenta que estamos rodeados de paisajes impresionantes... lástima, no hay mucho tiempo para la contemplación. De pronto se acercan dos bicis, un señor como de unos 50-55 años y un chavito como de 12-14... y me pasan. Según yo venía a buen ritmo, pero veo que me falta galleta. En fin, es lo de menos, ahora lo que realmente me preocupa es que ya pasamos el Km. 16 donde se supone habría un puesto de hidratación y nada. Bueno, todavía traigo un poco de agua en mi única botella, llego sin problemas al kilómetro 25 donde habrá otro puesto de hidratación. Sigue el ascenso y las montañas que parecen querer alcanzar las nubes... algún día tendré que regresar para disfrutar con calma de todo esto. Y como todo lo que sube tiene que bajar, en menos de lo que canta un gallo estoy de regreso en la zona de arranque. Veo el odómetro, 26 Kms. ¿Y el puesto de hidratación? Nada, solo un montón de gente que nos anima a continuar. Pero yo lo que necesito es agua, no porras... ni modo, a seguirle, aunque ahora sí ya preocupado, en mi botella sólo me quedan algunos tragos. ¡Joder! ¿Dónde quedó la organización del evento? En fin, de nada me sirve maldecir a Raid México, en cambio escucho nuevamente a Ziranda Madrigal, "recuerden que los últimos 11 Kms no son nada sencillos, no se confíen, reserven energía". Y así es, viene una subida en terreno nada sencillo. Luego una buena bajada en camino ancho donde nos dicen "cuidado, vienen corredores de regreso". ¿De regreso por aquí? Km. 28, me encuentro a María y veo que no trae nada de agua, y me quejo amargamente con ella "¡no hubo abastecimiento!". En fin, llego a una presa, bajo escalones, cruzo un puente y del otro lado... no inventes: subida. En el Km. 30 siento que me llega el bajón, entre el cansancio y la falta de agua ya no me siento bien. Más adelante recuerdo que traigo un gel y me paro para tragarlo. Ultimo sorbo de líquidos... viene entonces un tramo al lado de un voladero, unos 50 metros de caída libre. La verdad es que ni me preocupo, lo que me trae frito es la falta de agua y el cansancio. Ya solo faltan unos 4 Kms. según mi odómetro, pero entonces llegamos a un verdadero muro y me llega el "punto de quiebra". ¿Y si me detengo? Ya no tengo fuerzas, la bici pesa un chi... un buen. Ya no sé ni cuantos corredores me han rebasado... no, espera, espera, aún puedes. Esto ya no es físico, ahora es un juego mental. "Ríndete" me dice el diablito. "Aguanta, aún puedes, ya casi acabas" dice el angelito. Si al menos trajera agua... ¿dónde quedaron los @#$%& puestos de abastecimiento? Como consuelo, hay muchas secciones de bajada entre piedras, baches, raíces y demás... es curioso pero esto me reconforta, disfruto mucho el manejo a bordo de la bicicleta. Y todo lo que sea descenso, por corto que sea, es más que bienvenido. Acaban los columpios y regresamos al camino por donde habíamos bajado. Me alcanza una corredora y me dice "vamos amigo, échale, ya casi acabamos". Y me pasa. Chispazo de energía, mi ego de macho mexicano es suficiente para propulsarme. Pero sé que vengo limitado y solo me le pego a la rueda. En broma le digo "pues aprovecharé el ray". "No, mejor tú ayúdame". En fin, se me hace gacho después de los ánimos infundidos venirme jalando con ella y la paso. En eso veo que unos chavos traen una botella de agua. "¡Ey brother, regálame agua ¿no?", me pasan la botella, le doy un buen trago y la devuelvo. Insuficiente. Adelante veo a una señora y su hija "¿no tienen agua?". "No, lo único que tengo es esto", una botellita de Electrolito. ¡Vénganos tu reino! Y enseguida María que viene con dos botellas llenas de electrolito frío. Cambio mi botella vacía mientras le digo cosas y ella me dice algo pero en realidad no le entiendo mucho. Entonces le digo "no sé si pueda acabar, ya vengo muy, muy cansado". "Nada de que no puedes, aguanta, ya vas a acabar, échale ganas ¡ándale, sí puedes!". Y me alejo pedaleando. Alcanzo a otros ciclistas de mi categoría, me alcanza la chica que venía detrás y me les pego a todos, rodamos en parejo a buen ritmo y entonces otra breve subida... no, no para mí, gracias. Tengo que bajar el ritmo, se alejan los demás y solo veo por delante de mí a la chava, llegamos a una bajada técnica y veo que no se amedrenta y baja a toda velocidad. Al final, ya se puede ver la meta. Ultimos pedalazos y ¡por fin! termino bien cansado pero satisfecho de haber superado la crisis. 3 Horas y 13 minutos. Por supuesto, lo primero que hago es ir a tomar agua y electrolito. Minutos después encuentro a María que viene de regreso, me felicita por haber terminado, fotos, alzamos las cosas en el carro, estiramientos, me cambio de ropa y vamos a ver los resultados preliminares... llegué en 14. ¡Vaya! No estuvo mal después de todo, pensé que había llegado mucho más atrás.

Así fué...

P.D. Información oficial del evento, pueden visitar Raid México.