30 de abril de 2007

Sierra de Organos

Ya antes había estado aquí, supe de este lugar por un buen amigo con quien me inicié en la escalada en roca... aaaahhh, qué tiempos aquellos. Anyway, como queda de paso hacia Durango me dí tiempo de visitar una vez más este paraíso natural, este templo de roca moldeada caprichosamente con el paso del tiempo y que lo transporta a uno hacia un mundo mágico y misterioso, salvaje y hermoso a la vez. Aqui pueden encontrar ustedes una descripción más detallada de este parque natural y de cómo llegar. Por mi parte, los invito a que visiten este lugar único en México, su belleza bien vale la pena y es posible visitarlo con toda la familia. Espero que disfruten las imágenes...















Bike Adventure Durango II

















25 de abril de 2007

Bike Adventure Durango

Sábado 21 de Abril, 10:00 Hrs. Todo está listo para el arranque. Aunque me siento tranquilo lo cierto es que la adrenalina va en ascenso. El sol ya ilumina fuertemente y eleva la temperatura. El ambiente impregnado a testosterona. Mi pie izquierdo en el pedal, me apoyo en la pierna derecha mientras agarro el manubrio con la mano izquierda y la otra mano lista para arrancar el cronómetro. Entonces se escucha en el sonido la cuenta regresiva: "10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1... ¡arrancan!" Ahí va la estampida de corredores. Trato de tomar las cosas con calma, esto apenas empieza. Pero finalmente es una competencia, hay que dar lo mejor que uno tiene y no hay que permitir que los demás se vayan. Una vuelta corta de arranque y luego al circuito principal de 65Km. Un ascenso relativamente sencillo, un tramo recto y enseguida un largo descenso técnico en un terreno infestado de piedras y cactáceas. Hay quienes evidencían falta de manejo, así que me arriesgo saliéndome de la vereda para rebasar entre piedras sueltas, huizaches y nopales. Confío en mis llantas y el sellador. En la salida me han rebasado una cantidad de corredores pero ya empiezo a recuperar posiciones. No ha transcurrido ni media hora y ya he visto un par de ponchados. Llega entonces el primer cruce de río... ¡joder, el agua está bien fría! Aparte hay que cargar la bici y luchar contra la corriente, que no es muy fuerte pero exige de cualquier manera. Ahora la ruta es en terreno más o menos parejo. Otros 2 cruces de río, hay muchas piedras sueltas en el fondo, una chica cae frente a mí, vaya empapada. Una última incursión en el agua, aqui es un poco más profundo y me llega un leve escalofrío al contacto del líquido con mis partes nobles... bbrrr. Y entonces, "Bienvenidos al Templo del Dolor", comienza lo que sería un ascenso interminable. Tomo un vaso de gueitoreid en el primer puesto de hidratación ubicado en el rancho El Durazno. Los lugareños curiosean y animan a los competidores. La pendiente es fuerte y la vereda es un hermoso jardín de rocas; el recurso del "payasito" es más que inminente. A media subida el camino se impone y todos a mi alrededor (yo incluído) nos bajamos y continuamos a pie. Más adelante la pendiente cede y vuelvo a montar mi corcel. Más piedras. Más subida. Más piedras. En una de esas siento como una piedra me golpea la pierna... ¡ouch! Parece que ya se acerca la cima. Justo enfrente se atora un corredor y me forza a parar. Ah, como fastidia esto de perder el ritmo. El camino se nivela ¡por fin! Podré descansar... ey, momento. ¿Más piedras? Sí, asi es. Sigo pedaleando tratando de conservar la cadencia pero es un esfuerzo continuo; voy rebotando peor que en un slam. Una bajada leve pero que no ayuda mucho, las piedras frenan la bicicleta. Y otra vez a subir, no muy inclinado el terreno pero subida al fin. A esto hay que agregar, si, adivinaron, lo pedregoso del camino. Y el sol que caía sin piedad. Pero ahora con un "pequeño" factor extra: viento en contra. ¡Qué chulada! Lo que hacía falta. Ya empezaba a ver esto como un martirio. ¿A qué hora terminará el ascenso? A lo lejos, el segundo puesto de hidratación. Gueitoreid + agua. Sigue una terracería de subida pero ya sin piedras; algo es algo. El viento sigue soplando fuerte. Procuro hacerme "conchita". Atrás viene un grupo que había pasado en el ascenso, ya antes había notado que no traen mucho manejo subiendo. No creo que me alcancen. Seguir pedaleando, no esforzarme de más, aún falta mucho, no subas del 90% de tu ritmo cardiaco, tranquilo, haz tu carrera, haz tu carrera, haz tu carrera... constantemente me insisto a mí mismo para no desgastarme. Finalmente me alcanzan y comienzan a rebasarme por la izquierda. Entonces, entiendo inmediatamente que, dadas las circunstancias de viento en contra, lo mejor es aplicar la táctica rutera: me pego atrás del grupo para cortarme el aire. Avanzamos rápido en fila india, el ritmo que traen es fuerte pero prefiero aumentar la cadencia con tal de ahorrarme el viento en mi rostro. Trato de cooperar pasándome al frente pero al parecer no vienen en la misma sintonía... los pierdo en la siguiente subida pedregosa. Para entonces, el cansancio ya empieza a pasar lista de presente. Km. 30... aún falta mucho. Viene algo de bajada y ahora el grupo me persigue. No me es posible sostener el ritmo mucho tiempo y terminan por dejarme. De pronto me encuentro como la canción de Marisela, "solo con mi soledad". Asi pedaleo un rato. Un ponchado. Luego otro. Me alegro una vez más de traer el sellador en las llantas. Siguiente puesto de hidratación, ya casi no traigo agua así que decido rellenar una de las botellas, sirve que esto me dá un respiro. Viene la bajada más radical y técnica del recorrido. ¿Había mencionado que el freno trasero estaba fallando? Toda la competencia tuve que aplicar el ABS manual con la mano derecha. Afortunadamente hace tiempo que me acostumbré a utilizar más el freno delantero que el trasero... ¡bajan! No, no me caí, pero la vereda está bien empinada, serpenteante y muy, muy pedregosa. Es posible rodar pero dada mi situación de cansancio prefiero bajar a pie para evitar un accidente que lamentar. Y la factura del esfuerzo se empieza a pasar a las piernas; me llegan los primeros síntomas del calambre. Llego al fondo junto a un río, me vuelvo a trepar a la bici pero no por mucho tiempo, viene una subida a pie. Me encuentro a un corredor parado. "Ya me llegó el calambre", comenta. "Ni me lo menciones" respondo "porque a mí también me dá". Sigo rodando y hay un pequeño cruce de río, el agua cae refrescante aunque sea solo en las piernas. Penúltimo puesto de hidratación, gueitoreid + agua + electrolito, el cual sabía a madres pero qué bien me hacía sentir. Km. 40, comienza ahora sí un verdadero "via crucis", 7 Kms. de pura subida por terracería. Y es aquí donde llegan las caídas. Qué ironía ¿no les parece? No llevo ni 500mts cuando se enciende la alarma del calambre. Primera caída: a caminar. Me recupero, vuelvo a la bici. El calor a todo lo que dá, 38 grados en el termómetro. Elecrolito, agua, el último gel. Me siento un poco mejor. Subir, subir, subir... segunda caída. Caminar, caminar, caminar. Y llegan los fantasmas del abandono a mi mente. No, todavía no. A rodar, ya falta menos. ¿Cuántos corredores me han pasado? He perdido la cuenta. El suero se acaba y el agua escasea. Tercera caída. Esta vez, al desmontarme de la bici el calambre no perdona. ¡OUCH! Vaya dolor intenso. Espero a que pase y sigo caminando. Adelante hay una caseta. Me doy cuenta que hay un hombre, "ojalá tenga agua". Efectivamente, me ofrece del vital líquido. Ni tardo ni perezoso me acerco para llenar mi botella. Me echo agua en la cabeza, agradezco la atención y prosigo. Ahora es bajada... vaya, puedo descansar mis piernas y mis nalgas. Y otra subida. Ya falta muy poco, puedo escuchar algunos vehículos en la carretera. Ya no quiero queso sino salir de la ratonera. Ultimo puesto de hidratación. Sigue una buena bajada en el pavimento... aaaahhh, qué alivio. Algunas subidas no complicadas pero que, dado mi estado de agotamiento, me parecen muuuy empinadas. Afortunadamente los calambres están controlados y ya no me bajo de la bici. Una última bajada rápida, ya se puede ver la meta. Desviación a una terracería. Sé que viene una vereda junto a un desfiladero. Ey, qué hermoso paisaje, una presa en medio de los acantilados. Digno de admirarse, pero será en otra ocasión, ahora mismo lo que quiero es ya terminar. Acabo con la última parte pedregosa. No muy lejos en el horizonte puedo ver a los últimos dos corredores que me pasaron en la carretera. Huelo sangre. Es de bajada, mis piernas ya se recuperaron... no, en realidad no creo traer combustible para el sprint final, así que deshecho la idea. Simplemente mantengo un buen ritmo en la bici para llegar a la meta con dignidad. Y así, unos segundos antes de las 5 horas de recorrido, arribo al destino final. Agotado pero contento. Así fué...



Numerología: 60.3 Kms., 04:59 Hrs., Vel. Promedio 12.5 Km/Hr, 1,110mts ascendidos, 6 litros de líquidos, 1 calambre y mucho, mucho esfuerzo.

19 de abril de 2007

Para quienes se quedan en casa...

... y les atrae el ciclismo, está la Expo Ciclismo este fin de semana en Guadalajara:


Toda la información se puede encontrar aquí.

18 de abril de 2007

La primera del año

Este próximo viernes salgo con rumbo a Durango para la primer competencia del año, el Bike Marathon Durango 2007, un evento de la serie Bike Adventure organizado por Raid México y que también es la primer fecha del Campeonato Nacional de XC Maratón, avalado por la Federación Mexicana de Ciclismo. Para quienes no estén familiarizados con esto, en México existen (a partir de este año) dentro de la modalidad Cross Country, dos tipos de competencias: la típica de vueltas a un circuito (según la categoría) y la nueva de Maratón, que consiste en una ruta larga de +50Km sin vueltas (en todo caso, una sola vuelta). Solo hay dos categorías, menores de 40 años y de 40 pa'rriba. Dada esta situación y la bolsa de premios ($12,000 al primer lugar) seguro estarán presentes la crema y nata del MTB nacional: Nacho Torres, el Furcio, Chetto, Zacarías, Emmanuel Valencia... bueno, al menos podré decir que arranqué junto a la Elite del ciclismo de montaña, jajajajaja. He aquí la ruta (línea en rojo):


Son 65Km con un desnivel de 2,000 metros... o sea, 1,000mts de ascenso (Aprox.). Creo que es algo parecido a la vuelta al río, solo que con mucho menos pavimento. Contrario a lo que muchas personas me han comentado ("¡vas al calorón!"), el clima en Durango está muy parecido al de aquí en Guadalajara. En fin, todo apunta para un buen circuito y un buen evento. Seguro que será una muy buena experiencia. Ya les platicaré la semana entrante. Abur...

17 de abril de 2007

Todo lo que baja, tiene que subir



Sábado 14 de Abril, 06:15Hrs. Suena el despertador. ¿Tan pronto? ¡Uf, qué güeva tengo de levantarme! Otro ratito más en la cama... pero ¿quiero ó no ir a entrenar? Es una ruta importante la de hoy. Ni modo, a levantarse. Afortunadamente ya tengo todo listo y solo es cosa de vestirme, subir las cosas al carro y parto profiláctico. A pesar de que es temprano y todavía oscuro hay algo de tráfico en la carretera. Al ritmo de Enigma (lo cual me matiene como que en trance) agarro rumbo a Pto. Vallarta, luego la desviación a Ameca llegando a Tala vuelta a la derecha hacia San Marcos. Al cabo de una hora llego a Etzatlán, punto de partida. Ya para entonces vengo escuchando mi más reciente adquisición: "Beautiful Tragedy", cortesía de In This Moment, lo cual acelera mis neuronas. Hace fresco. Inicia el ritual de preparación: ponerme los jerseys, el sensor de ritmo cardiaco, las zapatillas, bloqueador solar, estiramientos, casco, lentes, guantes, cargar herramienta, cámara, celular, alimento, revisar la bici... es hora de partir. Apenas pasadas las 08:00. No tardo en darme cuenta que la temperatura está por debajo de lo esperado: 9 grados marca el termómetro. ¡Bbrrrr! El frío empieza a calar. ¡Joder! ¿Por qué no me traje el rompevientos? Ahora son 7 grados centígrados... y yo que me quejaba en Atemajac con la misma temperatura pero bien abrigado. Hijoesu, los bracitos ya los traigo rojos. Sepa no me vengo tan temprano. Hasta eso, en menos de 25min ya llegué al crucero de San Marcos. Será que pedaleé más rápido con tal de quitarme el frío. Paso una "lomita" y por fin el sol a pleno. La temperatura empieza a subir poco a poco y yo también: el primer ascenso del día. De 1,300 hay que subir a 1,600
msnm. A los 45min de iniciado el recorrido la naturaleza hace un llamado; se impone una muy breve pausa para eliminar líquidos, inmediatamente después reanudo los pedalazos. Hacía como un año que no venía aquí y vaya que ha empeorado el pavimento. Hay tramos que parecen empedrado. Al menos no hay mucho tráfico. Después de una buena subida, veo al fondo de una recta la parte más alta y... ¡bajan! De 1,600mts hasta 714mts justo en Amatlán de Cañas. La adrenalina se eleva al ritmo de la velocidad entre una y otra curva. Paso a toda velocidad por un rancho y ¡ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta! No, no me emboscaron ningunos narcos, más bien pretendía simular la vibración producida por un tramo de pavimento en pésimo estado. Hubiera apostado 10 a 1 a que saldría con una llanta ponchada pero no fué así, la bici aguantó carrilla. Sigue el descenso y más curvas. 60, 70 Km/Hr en el velocímetro. Sin ser una meta relevante para este recorrido, en mi interior sabía que quería romper mi propia marca de velocidad. 2 ó 3 veces tuve que aplicar los frenos a fondo para no pasarme. Algunas pequeñas rectas insuficientes: 72 Km/Hr es lo más que había podido lograr. Mmmmm... ya casi termina el descenso. Al salir de una curva me doy cuenta que ésta es la recta que estaba esperando. 60, 65, 70, 75, 76, 77, 78... ¡vamos, vamos, un poco más de velocidad, sólo un poco más! Me agacho lo más que puedo en la bici pero sin despegar mis dedos de los frenos, el viento roza fuerte en mi rostro. ¡80.4 Km/Hr! ¡Yupiiiii! Logré superar mi récord en esta bajada, que era de 78 Km/Hr. Así, llego a Pie de la Cuesta y sigue un tramo corto más ó menos parejo. Me dedico a tomar algunas fotos del paisaje justo antes de llegar a la última bajada que conduce al pueblo de Amatlán de Cañas. 01:23Hrs me tomó llegar allí. Algunas fotos, un par de tragos de agua y de regreso. Aquí me quería ver, esa subida saliendo del pueblo es bien exigente. Relajo el ritmo y las piernas hasta Pie de la Cuesta ya que aquí empieza el ascenso sin descanso. Una manzana para mitigar el hambre. Hasta comer implica un esfuerzo, mientras el sol ya calienta el ambiente. Al principio me siento algo cansado, y eso que vengo usando el tercer engrane adelante. Si no lo trajera, no sé cómo subiría esto. Ingiero una barra de chocolate con fresa. Prácticamente no tomé agua de ida así que mis 2 bidones vienen casi llenos, pero aún falta mucho. Me tengo que limitar a tomar un trago cada 10min. Decido quitarme los lentes para evitar ensuciarlos con mi sudor. De vez en cuando veo pasar varios vehículos llenos de gente hacia Amatlán. Seguro se dirigen al balneario de El Manto. Ya me siento mejor y falta menos para llegar a la parte más alta. El altímetro es mi referencia. 400, 300, 200... llega el tramo más pesado. Apenas voy a 6 Km/Hr. Vengo sudando a chorros. La pendiente se suaviza y llego al último rancho antes de la parte más alta. Una pequeña bajadita... ¡aaahh, qué alivio para mi trasero! Después de hora y media llego a la cima y nuevamente ¡bajan, chofer! En una de esas alcanzo nuevamente los 70 Km/Hr. Llego a San Marcos y las piernas manifiestan su cansancio: ya traigo la típica sensación "pre-calambre". Tranquilo, hay que pedalear leve, ya no hay desnivel. Y entonces me doy cuenta por qué de ida me había parecido muy rápido este tramo: ahora traigo viento en contra. Ni modo, ya falta poco. Llega un momento en que ya no distingo qué me duele más, si las piernas, mis brazos ó mis nalgas. El asiento siempre pasa su factura. Creo que esto es más demandante que la bici de montaña; cuando menos en ésta traigo suspensión, pero la de ruta es completamente rígida, todos los trancazos del pavimento se pasan directo. Y vaya que son muchos. Ultimas fotos con el volcán de Tequila de fondo. Ya casi se acaba el agua, pero también el recorrido. Un último sorbo, el último kilómetro... ¡y llego a la meta! 83Kms en menos de 4Hrs, muy buena sesión. Me siento muy cansado pero contento. Llego a la tienda por un Gatorade bien frío y aprovecho para estirar las piernas. Un muy buen resultado previo a la competencia de Durango, el próximo sábado. Así fué...

El Corcel

Empieza el recorrido

Concentrado...

El frío y sus efectos

"Sombras nada más..."

¡Ahí está la cima!

Otro ángulo de la cabina de vuelo

Contento por el descenso a 80Km/Hr (el gusto no duraría mucho)




La llegada...






Inicia el regreso... y la subida

Falta un letrero que diga "Bienvenidos al Templo del Dolor"

Y... ¿dónde está la sonrisa?

Ultimo ascenso a la cima... ¡por fin!

De vuelta a casa

Al fondo, el volcán de Tequila