21 de agosto de 2006

Atemajac (ahora en lluvias)

Domingo temprano. Mmmm... ¿a dónde ir a pedalear, La Primavera ó Atemajac? Tengo algo de fiaca, me relajo practicando el "ball-scratching" matutino... Atemajac. Total, no está tan lejos. Pero entonces ponte las pilas. Me levanto, elimino lo que mi cuerpo no necesita, me lavo los dientes, desodorante, me cambio de ropa, me pongo los lentes de contacto, reúno las cosas, preparo mochilas y bicla, me trepo al auto y aquí voy. El día nublado, para variar. Hago escala en una gasolinera para llenar el tanque y luego en el Oxxo para comprar algo de comida artificial. Ya en la carretera me pongo a escuchar música en formato MP3... algo de "trance" cortesía del DJ George Acosta. Después de un rato llego a la parte de curvas y entonces cambio a algo más estridente para irme ambientando. Eighteen Visions. A eso de las 9:30 llego a la gasolinera de Atemajac en donde empezará el recorrido. Vaya, aquí hay otros bikeros. No imaginé encontrarme a alguien aquí. ¿Irán a tomar la misma ruta? Estaciono el auto, desciendo y veo una de sus bicicletas... me parece familiar. De pronto, sale Germán: "Ey ¿qué andas haciendo por acá?". Y luego, claro, Oscar. "¡Qué onda k-on!". Vaya casualidad. Si nos hubiéramos puesto de acuerdo capaz que no sale. Anyway, ellos no conocen la ruta y yo vengo solo así que nos complementamos bien, aparte que son buenos camaradas que conozco de hace rato. Con ellos fué con quienes me inicié en eso de las rodadas nocturnas en La Primavera, entre otras aventuras.




Iniciamos a rodar 6 personas en total. A la media hora comienza a llover aunque no muy fuerte pero lo suficiente para mojarnos sabroso. El camino hecho un lodazal. Las llantas Maxxis Crossmark, si bien no están diseñadas para este tipo de terreno, aguantan decentemente. La primera parte del recorrido es más bien subida así que hay que agarrar ritmo. Yo en parte voy adivinando la ruta ya que hace algunos meses que la hice por primera vez y no había vuelto... los paisajes preciosos, verde por doquier cual corresponde a la época. Después de un ascenso llegamos a la "piedra balanceada". Pausa para comer algo. Las bromas y la carrilla a la orden del día. En realidad no me incomodaba hacer esta ruta solo, pero ya en grupo definitivamente es más divertido.



Luego otro pequeño ascenso, un breve descanso y ¡bajan! Literalmente. Es un tramo en descenso que requiere mucho manejo: vereda estrecha, lodo, piedras sueltas, raíces expuestas, escalones... requiere mucha concentración y habilidad. No por nada es una de mis rutas favoritas, este singletrack hace que valga la pena todo el recorrido. En una de esas, por tratar de detenerme con el pie derecho resbalo y caigo hacia la pendiente del cerro... rodé como unos 4 mts antes de detenerme. ¡Joder! Regreso por la bicicleta y regreso también para repetir esa curva con piedras. Tiene que salir. Y salió. Eso no quita los raspones y los moretones pero por lo menos alivia el orgullo. Luego siguió más lodo, un tramo de carretera y luego terracería hasta llegar al pueblo de Ferrería. Aquí hicimos la clásica parada de tiendita: coca-cola, galletas, pan casero... pura vitamina. Reiniciamos el recorrido y tras pasar un arroyo y varios kilómetros más de terracería, llegamos a la carretera y nuevamente la lluvia. Esto ya para llegar a la gasolinera de regreso.





En resumen, una buena pedaleada con todos los elementos necesarios para practicar el ciclismo de montaña como debe ser. Creo que la próxima ocasión valdrá la pena llevar cámara "a bordo"... ya veremos. Por lo pronto el siguiente Domingo, después de varios cambios de fecha, por fin realizaremos el paseo a Chiquilistlán. Pura diversión.

Numerología final: 4:34hrs, 39.9Kms, 830 mts ascendidos, 2,900 Kcal.

7 de agosto de 2006

Once again

No sé que sucede con mi karma en esta época del año: en el 2004 sufrí una caída en el Iztaccíhuatl (afortunadamente de regreso de la cima, sino la frustración hubiera sido mayor) teniendo como consecuencia un esguince en el tobillo izquierdo. Una semana con muletas. Luego el año pasado vino una caída absurda a bordo de la bici de ruta al pasar por una alcantarilla; fractura de clavícula izquierda que me tuvo 10 semanas fuera de circulación. Y hace un mes tuve uno de los vuelos más espectaculares que yo recuerde por encima del manubrio de la bici de montaña, lo cual fué a parar en un esguince en el brazo izquierdo. Esto no deja nada bueno... ¿será que esto de la aventura no es para mí? ¿Debería quedarme en casa tranquilito frente al televisor viendo los partidos de futbol soccer con una chela en la mano? No gracias... prefiero seguir corriendo el riesgo.

Anyway, eso no ha impedido que siga rodando por el bosque de La Primavera lo cual me ha ayudado a mejorar mi condición y mi entendimiento con la nueva bici. Ahora disfruto más las rutas, ya que con mayor recorrido en la suspensión hay más posibilidades en terreno rudo. Y hablando de MTB, está por llegar el clásico paseo a Chiquilistlán que año con año organizo junto con mis amigos los Cimarrones. En esta ocasión será el próximo 20 de Agosto, y como hasta ahora, creo que será muy divertido. También hay planes para competir en la Quest Race de este año; una prueba por equipos en las faldas del Pico de Orizaba incluyendo MTB, Trekking, Rappel y orientación. 24 horas continuas de esfuerzo... suena interesante. Me recuerda al Ecojal (el cual creo que este año no se realizará, no he visto convocatoria alguna) aunque claro estamos hablando de condiciones muy diferentes.

Finalmente y en ocasión del próximo cumpleaños de su servilleta, me largo el próximo viernes a Miami... humildemente (jejeje). Se presentó la oportunidad para asistir al Ozzfest en West Palm Beach y como siempre he tenido ganas de ir a un concierto de rock en el gabacho pues qué mejor que este festival para escuchar a varias bandas por un precio módico. Por supuesto, ya estando allá pues habrá que dejarse llevar por los placeres mundanos y gozar de la playa, los antros y el Art Decó de Ocean Drive. En cuanto regrese me reporto con fotos y los detalles del viaje. Abur.