31 de mayo de 2011

Ahora sí, con ritmo

Después de un inicio de año irregular con las rodadas y entrenamiento, entre otras razones por la ausencia en Febrero, finalmente ya estoy encontrando mi ritmo. El pasado fin de semana hubo la ocasión para un par de buenas (y pesadas) rodadas. Primero el sábado tempranito pasaron por mí Octavio y el sujetillo Samir para después reunirnos en la gasolinera que está pasando el crucero de Huaxtla con los Trin-k-2 (¿así se escribe?). Hacía muuucho tiempo que no rodaba con este grupo, fué un gusto verlos, ahí estaba el buen Juan Pablo. Sin mucho preámbulo nos dimos a la tarea de pedalear y vaya que empezaron algo violento: 38-40 Km/Hr. ¿Acaso era competencia? Ni modo, a mover las piernitas. El clima aún fresco, esa fué la ventaja de arrancar 7:20am. Justo cuando las computadoras de viaje (¿a poco no apantalla el término? ¡Ja!) marcaron 40 Km de recorrido hicimos una pausa para comer algo y eliminar lo que el cuerpo no necesita y ahí vamos de regreso. Los últimos 20 kilómetros realmente me pasaron la factura, comencé a sentir las piernas cansadas. Para esto, una camioneta que venía de respaldo nos había adelantado, y el Octavio me dice "jala para alcanzarla, nos vamos detrás" e inicié con la "persecución". Ese jalón lo resentí pero ya después nos fuimos tranquilos justo atrás del vehículo descansanso un rato. Vaya que el corte de aire hace una diferencia.

No duró mucho el gusto, luego nos reincorporamos con los demás pero ahí sí perdí el ritmo, justo antes del crucero de Tala-Ahualulco; las piernas ya no respondían bien. Nos reagrupamos en el Oxxo y partimos hacia los últimos 8 Kms de recorrido. Me recuperé un poco y para la subida de los chorros de Tala calculé que podría subir a buen ritmo... y sí, empecé muy bien, hasta me subí a los pedales, pero a media trepada se acabó el gas y troné como ejote. Ni modo, al menos lo intenté. Terminamos poco antes de las 10:30am y a las 11:15 ya estaba en casa.

Para el domingo solo nos reunimos el buen Samir y su servilleta. Partimos desde la casa en la bici de montaña rumbo a La Primavera. Tláloc nos había jugado una broma cruel la noche anterior cuando el cielo estaba cargado de nubes, incluyendo unos buenos relámpagos y entonces... nada que llovió. Así que otro día de harta calor. Subimos al 8.5 y de ahí a Mosca-Toboganes. No sé si fué la ruta del día anterior o el calor atontejante pero cuando se trataba de ir en el singletrack técnico de bajada parecíamos, como bien apuntó el sujetillo, hielos de jaibol: nomás rebotando. Sin caídas, afortunadamente. La nota del día más bien fué que tuve varios reencuentros: primero, bajando de la glorieta, me encontré al buen Adán Arias. Las últimas 2 veces que lo he visto, han sido aquí en La Primavera, por cierto. Y ya de regreso en postes tuve oportunidad de saludar al viejito Irvin, estaba ahí con su hermano Carlos y... chale, ya ni me acuerdo su nombre, otro buen camarada ex de Solectron. Ah, qué tiempos...

Por supuesto, acabé hecho una piltrafa pero, a consejo del sujetillo, me ingerí un Electrolit y ¡ah qué buen paro! hacen esas bebidas, muy buena rehidratación. Total que 130 Kms. recorridos el fin de semana en 2 muy buenas rodadas.

Así fué...

5 de marzo de 2011

Aquí seguimos

Después de un rato de flojera con esto de postear en el blog, vuelvo a las andadas. Gracias en parte a la gran cantidad de comentarios de mis fieles lectores que exigen y demandan contenido en este su blog favorito... ¡ja, ja, ja! El caso es que hoy me encuentro en casa con María, muy relajados, y pues decidí retomar este asunto.

Hoy no tenía intención de hacer una gran rodada ya que, como apenas regresamos de unas buenas vacaciones, la condición no anda muy bien que digamos. Pero, necio que es uno, ahí voy con el sujetillo Samir y la banda a La Primavera y pues a echar pedalazos. Al principio me sentía bien, no tan fregado, pero conforme iba pasando el tiempo las piernas empezaron a sentir el rigor. Algo que me gustó fué que no he perdido manejo, así que en las bajadas, con todo respeto para mis compañeros de rodada, los hacía morder el polvo, jejeje... en fin, todo bien hasta que a Olga se le ocurrió mencionar que nos seguíamos a la brujita. Y ahí vamos todos, bien obedientes. Sobre todo yo... ¿qué les ando haciendo caso? Ni que trajera combustible de sobra. Pero como dije, aferrado que es uno, y ahí voy. Luego, para agregarle más emoción, me salen con que no conocen bien la ruta de regreso. Vaya ocasión para esto... afortunadamente la incertidumbre no duró mucho y solo hubo que tener paciencia con el terreno arenoso y suelto cual corresponde a la estación y que implica estar subiendo y bajando de la bici constantemente.

Llegamos a Mariano Otero y de regreso... ¡ay piernitas, no se me rajen! Ya las traía como fideos asiáticos, blanditas, blanditas. Pero con paciencia y al pasito llegamos hasta la vuelta para agarrar por la Mosca al revés en lugar de seguir por la brecha principal, que es aburrida y sin nada de sombra. A esta hora el calor ya estaba pegando fuerte.

Nos metimos al escalón y pude sortearlo sin problemas, aunque me quería llegar la duda. Y ya luego al salir a la brecha que conduce a la Torre 2 resulta que me encuentro al buen Javier David, alias "Lley-Di", que también había venido a rodar al bosque. Al principio como que no lo reconocí, todo disfrazado de ciclomontañista, pero efectivamente era él. Algo lleno de polvo, y no precisamente por el que levanta uno al paso, sino más bien por las caídas... ni modo, está pagando el cover por entrarle a esto de la pedaleada. Creo que todos hemos pasado por ahí.

Terminamos sin mayores contratiempos, aunque yo venía con mucha sed e hice una escala en la tiendita ya de regreso; los malos pensamientos de Octavio y Samir los condujeron a creer que compraría mínimo un sits de chelas bien frías pero no fué así... aunque ustedes no lo crean, solo compré una agua mineral para refrescar la garganta.

En esta ocasión no hubo fotos pero sí que fué una buena rodada, y que mejor que acompañado de buenas amistades, aun cuando me costó one and half the other. Habrá que retomar el entrenamiento para recuperar pronto las energías. Así fué...

P.D. Sigan pendientes, en los próximos días estaré posteando sobre el viaje que María y su servilleta recién hicimos por Indonesia y Vietnam... ¡toda una experiencia!