23 de agosto de 2007

Tour de Farse 2007

Efectivamente, una farsa es en lo que el Tour de France se ha convertido. Este año lo seguí al inicio con la esperanza de ver triunfador a Vinokourov y todo resultó en un fiasco. Primero sufre una caída espectacular que lo lesiona fuertemente y luego resulta positivo de dopaje. En lo personal, el dopaje me anda valiendo. Todos se dopan. No, no es que yo posea información exclusiva ni que conozca a todos los ciclistas profesionales. Basta con ser un ciclista aficionado de fin de semana para darse cuenta de ello. El dopaje existe. Es real. Es una práctica común. ¿O alguien cree que se pueden recorrer +3,000 Kms en 3 semanas, con solo 2 días de descanso, a un promedio de velocidad de +35 Km/Hr, con solo desayunar Zucaritas de Kellog's?

El deporte como una actividad competitiva. El honor, el coraje, la justa competencia. Ah, qué bonito. Imagino a los griegos con sus rituales y en pleno despliegue de sus habilidades físicas, con sus hermosos templos y monumentos a Zeus, Atenea y demás como testigos. Pero hoy en día, todo este encanto poético se ha perdido por una sencilla razón: el dinero. Y como consecuencia, tenemos una farsa, una mentira, un circo, una pantomima. Ciclistas que pretenden ser deportistas "limpios", autoridades que pretenden "regular" la actividad. No sé si reír ó llorar. La doble moral del ciclismo en particular es avergonzante: por un lado, se les exige a los ciclistas ser limpios, no utilizar sustancias prohibidas, utilizar sólo su físico. Por otro lado, se les exigen resultados, pruebas agotadoras, rendimientos sobrehumanos. Y en medio de la espada y la pared, por supuesto, muchos intere$e$ de por medio. Contratos exclusivos, patrocinadores, transmisiones por TV e Internet, propaganda, etc., etc.

Vinokourov gana la primer contrarreloj y se coloca entre los primeros 10 de la clasificación general. Enseguida pierde 30 minutos y luego en una gran escapada gana una etapa en solitario. Enseguida se anuncia que infringió el reglamento al haber recibido una transfusión de sangre, según pruebas de laboratorio. No solo él, sino que todo el equipo Astana es expulsado del Tour. El "pollo" Rasmussen defiende a capa y espada su primer lugar en la general, ante un equipo Discovery que lo acosa con todo, pero ni el experimentado Leipheimer ni la fuerza del joven Contador pueden con el danés, y los supera claramente en los Pirineos, asegurando prácticamente la victoria del TdF. Horas después de cruzar la meta, el equipo Rabobank decide expulsarlo del equipo por "faltas administrativas". Detalles que se sabían desde antes de que empezara el Tour. Pero tuvieron a bien avisarle justo el día que gana. Gracias. El Tour queda entonces en manos de Contador y el Discovery, equipo con uno de los mayores presupuestos (sino es el que más) y del cual es socio Lance Armstrong. Qué curioso. Y ahora resulta que el mismo Contador es sospechoso de dopaje.

Vuelvo a repetirlo: en lo personal, el dopaje no me molesta. Ya sé que todos los ciclistas lo hacen. Y los entiendo: las pruebas a que son sometidos son tremendas. ¿De qué otra manera podrían rendir así? Lo que verdaderamente me molesta es que pretendan hacerle creer a uno, primero, que ellos no se dopan, y segundo, que las autoridades realmente los vigilan. Un poco más de seriedad caballeros, por favor, no estamos en el circo de Lagrimita y Costel. La realidad es que, mientras haya euros de por medio, esto seguirá ocurriendo. Yo los invito, autoridades y ciclistas por igual, a que se quiten las máscaras. Legalicen el dopaje. Regulación, no prohibición. ¿Quieren un buen espectáculo a gran velocidad, con duelos épicos en los ascensos, con sprints en la zona de meta a +60 Km/Hr para deleite del público, y que este a su vez consuma los productos de los patrocinadores? Dejen que los ciclistas se dopen. Ya lo hacen ¿O acaso no lo saben? ¿Qué es peor, saber que el dopaje es permitido, ó prohibirlo para que 10 años después sea el mismo ciclista quien confiese que utilizó "x" sustancia para ganar el Tour? Ahora bien ¿quieren en verdad un deporte "limpio"? Déjense de cosas: acuartelen a los ciclistas desde dos semanas antes del Tour. Enciérrenlos en el hotel. Aislados de familia, amigos, fans, entrenadores, médicos. Nadie entra y nadie sale que no esté autorizado. Vigilancia estrecha día y noche. ¿Inhumano? Puede ser, pero no veo otra forma de evitar que se dopen. Y aún así, quién sabe...

Ciclistas con sustancias y prácticas prohibidas, laboratorios no confiables, escándalos en la prensa, confesiones, sospechas, autoridades que manejan el deporte como quieren... el ciclismo de ruta vive, hoy por hoy, más de esto que del ciclismo en sí. Ya solo falta que las noticias de ciclismo las pasen en Ventaneando y en La Oreja. Y todavía nos quieren hacer creer que todos buscan un "deporte limpio". Bah. Prefiero tomar mi bicicleta de montaña e irme a rodar a La Primavera. Jamás he ocultado que me tomo una Coca y dos Sedalmerck antes de salir... ;)

1 comentario:

  1. Si es cierto eso.... que tristeza y decepcion del ciclismo profesional de ruta... Sin palabras...

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