7 de agosto de 2006

Once again

No sé que sucede con mi karma en esta época del año: en el 2004 sufrí una caída en el Iztaccíhuatl (afortunadamente de regreso de la cima, sino la frustración hubiera sido mayor) teniendo como consecuencia un esguince en el tobillo izquierdo. Una semana con muletas. Luego el año pasado vino una caída absurda a bordo de la bici de ruta al pasar por una alcantarilla; fractura de clavícula izquierda que me tuvo 10 semanas fuera de circulación. Y hace un mes tuve uno de los vuelos más espectaculares que yo recuerde por encima del manubrio de la bici de montaña, lo cual fué a parar en un esguince en el brazo izquierdo. Esto no deja nada bueno... ¿será que esto de la aventura no es para mí? ¿Debería quedarme en casa tranquilito frente al televisor viendo los partidos de futbol soccer con una chela en la mano? No gracias... prefiero seguir corriendo el riesgo.

Anyway, eso no ha impedido que siga rodando por el bosque de La Primavera lo cual me ha ayudado a mejorar mi condición y mi entendimiento con la nueva bici. Ahora disfruto más las rutas, ya que con mayor recorrido en la suspensión hay más posibilidades en terreno rudo. Y hablando de MTB, está por llegar el clásico paseo a Chiquilistlán que año con año organizo junto con mis amigos los Cimarrones. En esta ocasión será el próximo 20 de Agosto, y como hasta ahora, creo que será muy divertido. También hay planes para competir en la Quest Race de este año; una prueba por equipos en las faldas del Pico de Orizaba incluyendo MTB, Trekking, Rappel y orientación. 24 horas continuas de esfuerzo... suena interesante. Me recuerda al Ecojal (el cual creo que este año no se realizará, no he visto convocatoria alguna) aunque claro estamos hablando de condiciones muy diferentes.

Finalmente y en ocasión del próximo cumpleaños de su servilleta, me largo el próximo viernes a Miami... humildemente (jejeje). Se presentó la oportunidad para asistir al Ozzfest en West Palm Beach y como siempre he tenido ganas de ir a un concierto de rock en el gabacho pues qué mejor que este festival para escuchar a varias bandas por un precio módico. Por supuesto, ya estando allá pues habrá que dejarse llevar por los placeres mundanos y gozar de la playa, los antros y el Art Decó de Ocean Drive. En cuanto regrese me reporto con fotos y los detalles del viaje. Abur.

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