23 de octubre de 2006

Preguntas y Respuestas

Recién recibí un par de preguntas en un comentario acerca de las actividades que hago y sobre las que escribo en este espacio, y he aquí las respuestas:

"¿Cuál es la motivación que impulsa la gran aventura?"
Pudiera parecer algo de respuesta sencilla... me recuerda al gran pionero alpinista del Everest, George Mallory, a quien se le preguntó "¿por qué quieres escalar el Everest?" y el simplemente dijo "porque está ahí". Por supuesto, para aquellos ajenos ó poco relacionados con este tipo de actividades les resultará siempre algo difícil de entender. En lo personal han habido a lo largo de mi vida varios factores que han influido en mi inclinación hacia la aventura: en parte es una actitud que heredé de mi madre. Por otro lado está la influencia de mi brother Juan Carlos (hermano de mi mamá pero al que siempre he visto más como mi hermano que como mi tío) quien desde que me acuerdo fué muy deportista (sobre todo en la época en que jugó futbol americano). Luego en la preparatoria, como vivía en Amecameca al pie de los volcanes resultó lógico que fuera introducido al mundo del montañismo, el cual me pareció fascinante. Y así, entre la mezcla de la disciplina por el deporte y la innata inclinación hacia la aventura, aunado a las circunstancias por las que he pasado, es que la motivación surge y se alimenta. Escalada en roca (jamás olvidaré el ascenso a Peña de Bernal), buceo, kayak, carreras de aventura, bici de montaña... afortunadamente he tenido oportunidades interesantes para realizar todas estas actividades que disfruto mucho. Y espero seguir así mientras el físico lo permita.

"¿Cuál el propósito de todas tus actividades, incluida la actividad profesional y la social que es evidente?"
Ah caray, esto ya es un poco más del lado filosófico. La respuesta viene de una plática al calor de las copas con mi buen amigo Víctor Robles. El fué quien inició con el tema y al principio como que no entendía bien cuál era su punto. La plática, o mejor dicho, pseudo-interrogatorio al que fuí sometido, iba más ó menos así:


- "¿Por qué trabajas?"
- "Pues, para ganar dinero."
- "¿Y para qué quieres el dinero?"
- "Para comer, pagar la renta, comprarme ropa, viajar, etc."
- "¿Y para qué viajas?"
- "Pues es algo que me gusta hacer, conocer lugares, gente..."
- "¿Y por qué te gusta eso?"
- "Pues es algo que me atrae y es algo que me hace sentir bien."
- "¿Y para qué te quieres sentir bien?"
- "Oh que la... ¡pues porque así soy feliz!"

Y ese es precisamente el punto: SER FELIZ. El propósito final, último de mis actividades (y particularmente de mis "aventuras") es precisamente el ser feliz, la satisfacción de haber realizado algo que me hace sentir bien, pleno. Y creo que finalmente todos nosotros, con nuestra particular forma de ser y nuestros gustos personales, buscamos un estado de felicidad y bienestar. O al menos, espero que así sea...