Después de un inicio de año irregular con las rodadas y entrenamiento, entre otras razones por la ausencia en Febrero, finalmente ya estoy encontrando mi ritmo. El pasado fin de semana hubo la ocasión para un par de buenas (y pesadas) rodadas. Primero el sábado tempranito pasaron por mí Octavio y el sujetillo Samir para después reunirnos en la gasolinera que está pasando el crucero de Huaxtla con los Trin-k-2 (¿así se escribe?). Hacía muuucho tiempo que no rodaba con este grupo, fué un gusto verlos, ahí estaba el buen Juan Pablo. Sin mucho preámbulo nos dimos a la tarea de pedalear y vaya que empezaron algo violento: 38-40 Km/Hr. ¿Acaso era competencia? Ni modo, a mover las piernitas. El clima aún fresco, esa fué la ventaja de arrancar 7:20am. Justo cuando las computadoras de viaje (¿a poco no apantalla el término? ¡Ja!) marcaron 40 Km de recorrido hicimos una pausa para comer algo y eliminar lo que el cuerpo no necesita y ahí vamos de regreso. Los últimos 20 kilómetros realmente me pasaron la factura, comencé a sentir las piernas cansadas. Para esto, una camioneta que venía de respaldo nos había adelantado, y el Octavio me dice "jala para alcanzarla, nos vamos detrás" e inicié con la "persecución". Ese jalón lo resentí pero ya después nos fuimos tranquilos justo atrás del vehículo descansanso un rato. Vaya que el corte de aire hace una diferencia.
No duró mucho el gusto, luego nos reincorporamos con los demás pero ahí sí perdí el ritmo, justo antes del crucero de Tala-Ahualulco; las piernas ya no respondían bien. Nos reagrupamos en el Oxxo y partimos hacia los últimos 8 Kms de recorrido. Me recuperé un poco y para la subida de los chorros de Tala calculé que podría subir a buen ritmo... y sí, empecé muy bien, hasta me subí a los pedales, pero a media trepada se acabó el gas y troné como ejote. Ni modo, al menos lo intenté. Terminamos poco antes de las 10:30am y a las 11:15 ya estaba en casa.
Para el domingo solo nos reunimos el buen Samir y su servilleta. Partimos desde la casa en la bici de montaña rumbo a La Primavera. Tláloc nos había jugado una broma cruel la noche anterior cuando el cielo estaba cargado de nubes, incluyendo unos buenos relámpagos y entonces... nada que llovió. Así que otro día de harta calor. Subimos al 8.5 y de ahí a Mosca-Toboganes. No sé si fué la ruta del día anterior o el calor atontejante pero cuando se trataba de ir en el singletrack técnico de bajada parecíamos, como bien apuntó el sujetillo, hielos de jaibol: nomás rebotando. Sin caídas, afortunadamente. La nota del día más bien fué que tuve varios reencuentros: primero, bajando de la glorieta, me encontré al buen Adán Arias. Las últimas 2 veces que lo he visto, han sido aquí en La Primavera, por cierto. Y ya de regreso en postes tuve oportunidad de saludar al viejito Irvin, estaba ahí con su hermano Carlos y... chale, ya ni me acuerdo su nombre, otro buen camarada ex de Solectron. Ah, qué tiempos...
Por supuesto, acabé hecho una piltrafa pero, a consejo del sujetillo, me ingerí un Electrolit y ¡ah qué buen paro! hacen esas bebidas, muy buena rehidratación. Total que 130 Kms. recorridos el fin de semana en 2 muy buenas rodadas.
Así fué...
Así fué...
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