Ya antes había comentado que recientemente he visto a muchos ciclistas de montaña que portan en sus recorridos un reproductor de música con sus respectivos audífonos. Ahora que los reproductores son tan pequeños y con una buena capacidad para reproducir música, son muy prácticos de llevar a cualquier parte. En lo personal soy alguien que disfruta mucho de la música, de hecho también cuento con un reproductor de archivos MP3, pero no me gusta utilizarlo cuando practico deporte al aire libre. ¿Para qué sale uno al campo si no es para disfrutar de la naturaleza? Aparte, se convierte en un elemento aislante, ya no es posible platicar con los compañeros de rodada porque van inmersos en su mundo musical. Anyway, como diría un amigo, "cada quien sus ondas".
Pues bien, para quienes prefieren escuchar a su artista favorito en lugar del trinar de los pájaros, Pearl Izumi fabrica estas licras con reproductor MP3 integrado, compatible con la tecnología Bluetooth:
Es el Vertex MP3 Bib Short. Por supuesto, hay que pagar por ello: $500 dolaritos. Para mí, como dirían los gringos, "thanks, but no thanks". Es mucho dinero por un producto que puede resultar incluso peligroso (p.e., al pedalear en la ciudad).
Este sábado hay invitación para ir a Tapalpa a una nueva ruta. Veremos qué tal...
Imaginen este diálogo:
- ¿Listo para salir a rodar?
- Ya mero, nada más que salgan mis zapatillas del horno y nos vamos.
¿Suena exótico? Pues ya no. Hace poco me enteré de unas zapatillas para MTB moldeables al pie del ciclista. Supuse que aún les faltaba tiempo para salir al mercado pero hoy me encontré con que son una realidad. Helas aquí:
La marca es Shimano y el modelo es el SH-M300.El interior de la zapatilla es moldeable a la forma del pie de quien la calce, solo basta con calentarlas en el horno, introducirlas en el zapato, ponérselos y ¡voilá! Zapatos para MTB moldeados a la forma del pie. Ni mandados a hacer. Por cierto, ya pueden adquirirse por tan solo $300 dolaritos. Casi nada...
Esta semana, aunque estuvo tranquila en cuanto al entrenamiento, logré acumular 112 Kms. Después de un plan fallido para ir a pedalear al Nevado de Colima el sábado pasado, el domingo fuí a darle la vuelta al río; tenía tiempo sin hacer ese recorrido. Mosca-Toboganes muy rápido, sin mayores incidentes. Descanso para comer algo y a seguirle rumbo a Obsidianas. Empezando la subida me quedo sin tracción... se tronó la cadena. Después de la respectiva reparación continué pedaleando y luego en el descenso venía muy atento a una desviación para la "vía corta": una vereda muy técnica y empinada hacia el río de agua caliente. La encontré pero muy poco rodable; se nota que hace tiempo nadie rueda por aquí. Piedras, árboles, maleza... de todos modos creo que con una breve limpiada puede quedar para bajarse en bicla nuevamente. Llegué al Cañón de las Flores muy acalorado, el sol caía a plomo. Una "coquita" para alivianar la sed, me cayó a todo dar. Descansé unos 10-15min y a seguirle, faltaba toda la carretera de regreso. Poco antes de las 4hrs de recorrido llegaba a mi casa. Un buen baño y a descansar después de una buena rodada. Por cierto, primera vez que puedo graficar esta ruta por completo...
El sábado ya no alcancé a rodar con unos amigos ya que el viernes tuve reunión social y me acosté algo tarde, así que salí con rumbo a La Primavera hasta las 12hrs Aprox. desde mi casa. El sábado amaneció lluvioso pero a esas horas ya no estaba lloviendo. Hacía un poco de frío pero muy tolerable. Si a esto agregamos que el agua compactó el suelo en La Primavera, pues tenemos que había unas condiciones muy buenas para rodar en el bosque. Prácticamente rodé solo. El ascenso a La Mosca me costó algo de trabajo, aún estoy retomando nivel. En cambio en el descenso me sentí bien, cuando menos lo pensé ya había superado toda la parte técnica. Originalmente había pensado en realizar también Toboganes pero decidí volver para no acabar tan cansado. De regreso me encontré a un par de ciclistas, apenas iban empezando.
En resumen, una muy buena rodada. Pero entonces el domingo...
Había amanecido algo soleado lo cual le daba buenas perspectivas al día. Me preparé y salí con mi bici de ruta a eso de las 11:30 y ¡oh sorpresa! Las nubes estaban justo enfrente de mí. Pensé "caray, no creo tener tan mala suerte como para que llueva enseguida, además no me voy a tardar, unos 40-50 Kms y listo". Error. Apenas había tomado la carretera a Pto. Vallarta y comenzó una lluvia ligera. Pasados unos 15 min. se calmó y me dije "bueno, ya solo hay que aguantar el frío". Entonces se viene el aguacero: empapado hasta el c... lo más recóndito de mi ser. "Pues ya que, ya estoy aquí". Y si, no había de otra más que apechugar. El frío calaba recio. "Falta y me dé una gripa de aquellas por andar haciéndome el valiente". De vez en vez soplaba los dedos de mis manos para tratar de calentarlos y estiraba los brazos para desentumirlos. Los tráilers que pasaban a mi lado me rociaban peor que en auto lavado. Ya no quería queso sino salir de la ratonera. En eso... ponchadura en la llanta delantera. Vaya que me tardé en quitar la llanta con las manos entumidas. Y ahora a desentumirse para volver a rodar. Ya la lluvia había disminuido y estaba por llegar al Periférico cuando me doy cuenta que la llanta se bajó nuevamente; lo más probable es que la cámara que instalé estaba dañada. Ya no tenía ánimos para repararla, así que la inflé nuevamente y a seguir mientras aguantara. Así tuve que hacerle 3 ó 4 veces. Y en la ciudad se puso más interesante el asunto: entre coladeras y baches ocultos, banqueteando, varios "baños" cortesía de los amables conductores y demás, fué toda una aventura recorrer Av. Vallarta. Como cereza del pastel, en una esquina al cruzar la calle me voy caminando por un charco y unos niños me gritan "¡por ahí no, se vá a mojar oiga!". Chale, ni la burla perdonaron.
Llegué a mi casa y después de quitarme la ropa mojada me serví un brandy doble para comenzar a recuperar calor (buen pretexto ¿no creen?). Enseguida me metí a la regadera a darme un buen baño con agua como para pelar pollos. Y ya por último me preparé un té de mate de coca bien calientito... aaahhhhh, no hay como estar en casa bien cobijadito después de una rodada en plena lluvia y con 9 grados centígrados de temperatura. Nada recomendable, por cierto.
En fin, lo importante es que esta semana logré acumular 136 Kms., haciendo un total de 307 Kms. en lo que vá del año. Aún traigo déficit pero espero recuperarlo en las siguientes 4 semanas.
'til next...
Ya alguna vez había usado el sistema de Stan's Notubes con resultados negativos. Quizá en parte por una instalación inadecuada y en parte a las llantas Hutchinson Python, las peores que haya usado en mi bicicleta. Gracias a ellas me perdí de un podio en una carrera... en fin, shit happens. Ahora que he estado usando las llantas Maxxis Crossmark, las cuales han salido muy buenas, he decidido reintentar utilizar el sellador de Stan's, solo que en esta ocasión estoy utilizando rines y llantas UST. No fué mayor problema instalar las llantas y el sellador excepto que inflarlas cuesta "one and half the other", así que a falta de compresor tuve que ir a una gasolinera para lograr llenarlas de aire.
También realicé un ajuste en la tensión de la "pata" del desviador trasero, ya que la cadena seguido se caía de la multiplicación, sobre todo en los descensos. Tarea sencilla: liberar un tornillo, sacar la pata del desviador, recorrer el resorte a otro agujero para aumentar la tensión y ensamblar de nuevo. Hasta un Ingeniero en Sistemas lo puede hacer... ¡ja!
Donde la puerca torció el rabo fué al momento de querer ajustar el tornillo para apretar las tazas del tubo de la dirección: el tornillo se "degolló" y quedó así:
Ya antes me había pasado esto con la Epic... ¿será un problema de Specialized? ¿O de usuario? Como sea, no quedó otro remedio que llevar la bicla al taller. Lo bueno que no es big deal la reparación y hoy mismo paso por ella para mañana salir a rodar tempranito. El domingo tengo pensado hacer algo de ruta, estoy empezando el año con déficit respecto al objetivo de los 100 Kms semanales y hay que equilibrar la balanza.
Finalmente, me dá un poco de tristeza ver en qué acaban los arbolitos de Navidad en mi cuadra (y en muchos otros lados):
Ah, el consumismo navideño...